El color es uno de los elementos más importantes de los objetos, pero no es una propiedad de los mismos
El hecho de que veamos algo rojo o azul, depende del reflejo y absorción de sus materiales.
Según la psicología del color en decoración, este puede influir en las propiedades de cualquier espacio y en el ánimo de las personas.
También es capaz de hacernos cambiar nuestra percepción sobre el peso de los objetos. De manera que un color más oscuro da sensación de pesadez mientras uno más claro parecerá más liviano.
Psicología del color (Foto de Unsplash)
¿Estas preparado? Vamos a hacer un repaso por los distintos colores de la paleta para ver sus propiedades.
¡Usa blanco y acertarás!
Es uno de los colores estrella de estilos decorativos como el nórdico o escandinavo. Es un color sin connotaciones negativas que refleja muchísimo la luz, siendo la opción ideal para interiores. Sobre todo si se pretende aumentar la sensación de amplitud.
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Negro
A pesar de las connotaciones negativas que tiene en occidente, donde se asocia con la muerte, o la oscuridad, tiene cualidades muy positivas y útiles en interiorismo. Según la psicología del color en decoración, es un color impactante que transmite solidez. Como curiosidad, ¿Sabías que se cree que el color negro más puro es el del espacio? Esto se debe a que en el espacio es donde encontramos una ausencia total de luz.
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Eso sí, si quieres combinarlo con colores vivos tienes que ir con ojo porque según la psicología del color en decoración, el negro tiene la capacidad de invertir los significados de aquellos con los que se combina. Puede hacer que el romanticismo del rojo se pierda y produzca sensación de agresividad.
Gris
El negro nos lleva hasta el gris, color muy habitual en decoración, sobre todo en la nórdica. Al igual que el blanco, es un tono neutro de carácter espiritual, capaz de reforzar las capacidades intelectuales.
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Marrón
El color marrón, es el color de la tierra y la madera por lo tanto es un color cálido muy hogareño que hace cualquier espacio más acogedor. ¡Pero ojo! La clave para que funcione y no resulte aburrido está en combinarlo con tonos claros.
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Verde
Según la psicología del color en decoración, el verde es el color que más percibe el ojo, somos capaces de distinguir multitud de variedades. Tiene la particularidad de resultar frío o cálido dependiendo de la tonalidad elegida, así que hay que aprender a emplearlo bien. Pero ante todo es un color lleno de ventajas que llama a la calma. Todas estas propiedades son la razón por la que los franceses cambiaron las pizarras de los colegios de negras a verdes. El color negro tenía un efecto depresor sobre los alumnos, al estar tantas horas expuestos a el.
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Rojo
El color rojo es un color absolutamente vital, muy alegre y atrevido, pero que debemos usar con cuidado porque puede saturar y producir sensación de agobio. Es un color relacionado con el amor y la pasión, por eso puede usarse en dormitorios, aunque se recomienda hacerlo con moderación y siempre acompañado de colores claros.
Detalles rojos en la habitación principal
Aquí va otra cosa curiosa que seguro no conocías. Los telones de teatro son de este color para favorecer que exista una gran acogida por parte del grupo. Este color despierta nuestro interés, nos hace sentir acogidos y cálidos.
Azul
Cuando pensamos en el color azul se nos viene a la mente el cielo o el mar, por ello está muy ligado a la calma y la introspección. Hay que emplearlo con acierto porque es de temperatura fría suprime el apetito y estimula el pensamiento.
Salón Azul
Rosa
Según la psicología del color en decoración, el rosa transmite sensaciones muy tiernas y buenas, nos aporta calma, convirtiéndose en un tono muy útil contra el estrés. Hace, por tanto, que nos sintamos emocionalmente mucho mejor. Además podemos encontrarlo en muchas gamas distintas, desde el rosa empolvado hasta el acogedor color lavanda, que como la planta que le da nombre tiene asombrosas facultades para ayudar a conciliar el sueño.
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